Noche bajo la luna (Edward)

Odiaba tener que ir yo a ver si los Cullen no le habían contado a nadie sobre nuestro mundo, como ya habían hecho con Isabella ¬¬. Aunque... ir, significaba ver a ese vampiro que tanto me intrigaba, Edward.
Llegue a Forks y me fui directo por el bosque a la mansión Cullen. Me quede a la orilla del rió, sabiendo que notarían pronto mi presencia.
- Era de noche, y mientras esperaba, levante la vista y me quede viendo fijamente la luna, que ese noche hacia resplandecer todo el cielo

Alice ya nos habia advertido que los Vulturi planeaban hacer una visita a Forks, aunque no tenia claro de quien se trataba. Ni ella ni yo queriamos alarmarlos por que decidi ir solo al encuentro de aquel al que hubiesen mandado.
Camine hacia el rio, siempre tenia que pasar por ahi para llegar al hogar que compartia con Bella y Nessie. Entonces el perfil de una mujer llamó mi atención. Sabia que se trataba de uno de ellos.

Estaba tan perdida mirando la luna, que no note cuando ya se acercaba alguien.
Cuando ya estaba bastante cerca, mire de quien se trataba, y sonrei muy complacida al ver quien era.
- ya sabias que mandarian a alguien verdad? - dije y nuevamente mire hacia el cielo, no me preocupaba bajar la guardia.

Enarqué una ceja al ver lo despreocupada que lucia, como si fueramos amigos de años y no enemigos como se supusiera. Sonrei aunque a medias, ella no me era del todo indiferente.
- Si, el don de Alice siempre es útil - comente mientras me acercaba más a su posición.

- es por eso que no me acerque mas a vuestra casa - dije bajando la mirada nuevamente y clavandola en sus ojos.
Ahora que se acercaba mas, me puse en guardia por si acaso.
- y también debes saber a que vengo verdad? haber si no se les ocurrió romper las reglas nuevamente - dije, mientras pensaba que no solo había venido *siempre es bueno ver vampiros interesantes* pensé, y luego recordé su don.... O///O

Sonrei de lado cuando "escuche" lo que había pensado, en vez de molestarme me halago en cierta medida. Asenti a sus palabras sin mayor aspaviento. - Claro que lo sé, pero te aseguro que ninguna de sus reglas ha sido rota - deje de caminar, quedandome a una escasa distancia de ella, que se había puesto en guardia.

Entrecerré los ojos y lo mire dudando.
- seria realmente un logro - dije ahora dando un paso hacia el - a veces creo que se les hace imposible guardar nuestro anonimato - di otro paso, sin sacar la mirada fija.

Rei secamente por sus palabras - Hasta donde yo recuerdo solo una vez lo hemos revelado - repliqué con cierta ironia en la voz - Y esa persona ya es una de nosostros asi que no entiendo su "preocupación" - dije remarcando con sarcasmo la ultima palabra.